lunes, 24 de diciembre de 2012

Costumbres Polacas

Es mejor conocer algunas de las costumbres que se mantienen en Polonia, sobre todo en casas tradicionales y entre la población mayor:
-Puede que el anfitrión le ofrezca quitarse los zapatos y calzarse unas zapatillas cuidando su comodidad y la higiene en la casa.
-Si está invitado a comer, mejor venir con hambre ya que las comidas son copiosas y una de las maneras de demostrar la hospitalidad es servir grandes raciones; además, tanto la comida como la cena suelen tener varios platos.
-Si no bebe alcohol, hay que preparar una buena excusa.
-Si en este encuentro familiar hay personas mayores, es costumbre besar la mano a las mujeres al saludarlas.
-El te es una bebida muy popular en Polonia y no es de extrañar que se lo ofrezcan para acompañar la comida.
-Intente dejar los platos vacíos, en caso contrario pensarán que no le ha gustado la comida; no está de más, al terminar la comida, dar su opinión (obviamente conviene que sea positiva).
-No siempre se ponen servilletas individuales, ofreciendo un servilletero común en caso de necesidad; está mal visto mojar el pan en las salsas o desmenuzarlo directamente sobre el mantel.
-En los medios de transporte público es costumbre ceder el asiento a las personas mayores, mujeres embarazadas y mujeres con niños.
-La propina en los restaurantes no es obligatoria pero sí bien vista si el servicio ha sido de su agrado (alrededor del 10%).

Tolerancia religiosa:

Aunque el 90% de los polacos se declaran católicos, se encuentran también mezquitas, sinagogas o iglesias ortodoxas.
Aparte de los católicos, en Polonia hay medio millón de feligreses de la iglesia ortodoxa, 130 mil testigos de Jehová, musulmanes y otros fieles.

Carácter Polaco:

El carácter polaco Nación de costumbres arraigadas, la proverbial hospitalidad de los polacos se pone de manifiesto al recibir a los huéspedes con pan y sal, tradición que perdura en ambientes rurales. Con esta actitud hospitalaria, las barreras lingüísticas desaparecen; la cordialidad de los
gestos sustituye a la conversación.

Cada pueblo tiene su idiosincrasia y así ocurre también con los polacos que por un lado están muy unidos a su historia, tradiciones y cultura, y, por el otro, son muy individualistas.
Los polacos casi siempre se quejan de sus políticos y parece que saben mejor qué y cómo hacer las cosas, pero su entusiasmo para mejorar las cosas dura poco.

La tradición sármata (culturas prerromanas de los europeos del Este) ha influido mucho en el carácter polaco que es una mezcla de, al parecer, muy variados rasgos como la hospitalidad, despreocupación, generosidad que roza el derroche, alto sentido de honor y peculiar sentido de humor.
Esa mezcla conduce a la diversidad y un trato interesante. Al polaco le gusta hablar mucho de su familia, de la política, de sus sueños y aunque se queja, al final siempre encuentra una nota optimista.

De la mezcla de estos rasgos seguro que el visitante sacará lo esencial: la hospitalidad de los polacos. Hay un dicho en Polonia que dice “Huésped en casa, Dios en casa” y, según la ya mencionada tradición sármata que aún perdura en Polonia, al polaco le gusta compartir una mesa bien puesta e interminables charlas.

María Dolores Pozo

2 comentarios:

  1. En la toleráncia religiosa habría que destacar que antes de La II Guerra Mundial Polonia era un país de varias religiones, lo cual se debía a la historia del país y sus fronteras, muy diferentes a las actuales. En las regiones orientales de Polonia perduran hoy en día la religión ortodoxa y musulmana. Los musulmanes tienen sus iglesias monumentales más representativas en Bohoniki y Kruszyniany, algunas de las más bellas iglesias
    ortodoxas se encuentran en las montañas de Bieszczady.

    María Dolores Pozo Molina

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